
Los párpados pueden ser asiento de diferentes lesions benignas y malignas, Lo más frecuente son las lesiones vinculadas con la edad (queratosis seborreicas) o a la exposición solar (queratosis actínicas).
El tumor malignos más frecuente es el Carcinoma Basocelular que tiene un crecimiento muy lento, prácticamente no se disemina y genera daño local, teniendo predilección por el párpado inferior y el canto medial palpebral.
Otros tumors más agresivos son el Carcinoma Escamoso o Espinocelular, el Carcinoma Sebáceo y el Melanoma (conjunctival y palpebral).
Las lesiones pigmentadas en general (aunque estén presente desde el nacimiento o infancia) deben controlarse periódicamente. Especialmente en las de localización periocular, deben tenerse en cuenta ciertas pautas de alarma. El crecimiento reciente, sobreelevación, bordes difusos, cambios en el color, sangrado espontáneo o invasión/ compromiso de la conjuntiva ( membrana que tapiza por dentro los párpados) nos deben obligar a consultar precozmente con el oftalmólogo especializado para descartar la presencia de un melanoma maligno, grave tumor con compromiso de vida.
